Conferencia 30 y 31 de marzo de 2007

Conferencia en la Caribean University, en el marco de la cátedra del Lic. Iván Danilo Chacón.

LAS CINCO TENTACIONES DE UN GERENTE

Durante la formación académica de un gerente, muchas son las asignaturas relacionadas con organización, productividad, conducta orgnizacional, administración de personal, análisis y toma de decisiones, etc. que son objeto de estudio con la finalidad de proporcionar al futuro profesional, los conceptos que servirán de herramienta para su desempeño en la empresa; sin embargo, su éxito o fracaso no estará determinnado úni camente po la cantidad de conocimientos que posea.

Un gerente exitoso debe además de conocer su oficio, desarrollar una serie de habilidades que le permitirán desempeñarse con eficacia, dirigiendo siempre su empresa hacia el logro de sus objetivos, haciéndola más productiva. Existen cinco tentaciones básicas, a las que todo gerente debe hacer frente y superar, que amenazan cual enfermedad el progreso de su organización y que de descuidarse, pueden carcomerla poco a poco como un cáncer haciéndola a lo largo caer en la mediocridad. Claro es, que el dominio y buen manejo de las mismas sólo habrá de lograrse mediante el efecto de la experiencia, después de haber experimentado alguna de ellas, sino todas, y haber aprendido a controlarlas.



La primera tentación: Interesarse más por proteger su carrera que asegurarse de que su compañía logre resultados.

Bien es cierto que la satisfacción personal es importante para la motivación de una persona, más en una posición de gerente eficiente debería anteponerse a la satisfacción del ego, la satisfacción pproporcionada por los logros que alcance la empresa. Es frecuente encontrar a muchas personas, que manejen como principal meta alcanzar en su carera determinado puesto en la escala jerárquica, que traiga consigo una elevada remuneración económica y una vez en ese lugar mantenerse allí e incrementar paulatinamente sus ingresos. Estos individuos puede ser que trabajen arduamente hasta conseguir lo que desean, más luego de alcanzado el objetivo, pueden caer en la mediocridad de no modificar su forma de pensar, de no hacerlo corren el riesgo de a la larga enfrascarse en ideologías obsoletas y por lo demás egoístas, donde predominen los intereses personales que se convertirán en un enemigo de la organización y poco a poco de él mismo.

Una persona cuyo ideal de desempeño sea la excelencia, debe concebir como objetivo personal la máxima productividad de su empresa, que viéndose desde un punto de vista más objetivo traerá beneficios a la compañía y al gerente mismo quien se verá directamente unido al progreso. Las personas con esta forma de pensar no tienen miedo a tomar la responsabilidad de una decisión ni a fracasar, al contrario, conciben los errores como oportunidades continuas para aprender y mejorar, sabiendo que con el tiempo irán dessarrollando habilidades que le permitirán tomar cada vez más las decisiones acertadas.





La segunda tentación: Querer contar con la simpatía de sus subalternos inmediatos en lugar de exigirles cuentas.

Un buen gerente debe aprender a separar las relaciones interpersonales de amistad de las relaciones de trabajo. Igualmente debe tomar conciencia de que no necesariamente debe ser amigo de todos sus subalternos, y que muchas veces las decisiones más apropiadas para el beneficio de su empresa podrán afectar a algún inocente, por esto debe ser lo más objetivo posible. Por ejemplo si la empresa se ve obligada a recortar por alguna razón su producción, esto traerá como consecuencia que deba reducir también sus gastos operativos para evitar que sus costos se vean demasidao afectados, como posible medida puede requerir una reducción de personal lo que afectaría directamente a muchas personas que quedarán sin empleo, no obstante la empresa no puede darse el lujo de seguir cancelando el mismo número de sueldos que antes, cuando la producción era mucho mayor. En casos como este el gerente puede verse obligado a tomar medidas drásticas y necesariamentee objetivas.

Tampoco puede un gerente cohibirse d exigir cuentas sobre su desempeño a sus empleados, para lo que debe haber definido claramente las funciones de cada uno con anterioridad, de esta manera tiene un patrón sobre el cual evaluar de una manera justa. Un gerente antes que el afecto debe procurar cultivar el respeto de sus subalternos.




La tercera tentación . Querer asegurarse de que las decisiones que se tomen sean acertadas, preferir por encima de la claridad.

Esta tentación consiste simplemente en el miedo al fracaso y está relacionada con la primera. Sería oportuno recordar un antiguo adagio que dice: “El que empieza con certidumbres termina con dudas. El que empieza con dudas termina con certidumbres”, esto haciendo referencia a los gerentes que se abstienen de tomar decisioness por no estar totalmente seguro de que sea lo mejor, tal vez por su desconfianza en la informacicón en base a la cual trabajó, lo cual es reflejo de su miedo a asumir responsabilidades. Un buen gerente debe teener presente que nunca toda la información suministrada será suficiente para asegurarse el éxito o no de la decisión, esto no puede ser comprobado si no se experimenta poniéndola en práctica. Se debe tener presente que un gerente triunfa y fracasa, pero lo que lo hace bueno es reconocer sus errores y levantarse ante ellos.



La cuarta tentación. Pretender mantener la armonía.

No es secreto que las discusiones son desagradables, pero las discusiones que se tornan violentas y vulgares. Una discusión puede resultar trremendamente productiva y esto es muy importante que el gerente lo tenga claro. Es muy importante para él escuchar las opiniones e ideas de sus colaboradores, “muchas cabezas piensan mejor que una” es común escuchar y no está de más admitir que es una afirmación bastante sabia. Tampoco debe pretender el gerente que en una reunión todos sus miembros se pongan de acuerdo sobre un asunto, pero las mejores ideas que salgan a relucir pueden fusionarse y convertirse e una solución exitosa.

Lo mismo ocurre con los problemas, es útil para el gerente que las inconformidades disgustos de su perssonal se den a conocer, así podrá no sólo cococer la situación, sino desarrollar estrategias para sanar, controlar, y prevenir posibles problemas que puedan representar una grave amenaza para su organización. Esta tentación está relacionada dirctamente con la segunda.




La quinta tentación: El deseo de ser invulnerable.

Un gerente debe saber que no siempre tendrá la razón, muchas veces podrá equivocarse, y aunque esto no sea algo que le simpatice debería entender que también es un ser humano y no se escapa de cometer errores. Una persona en este cargo, que adopte una posición de inflexibilidad por medio a parecer vulnerable está cayendo en una equivocación bastante negativa, pudiendo hacer que sus colaboradores se cohiban de emitir sus opiniones tal vez por haberse calado en ellos la imagen de que el “gerente siempre tiene la razón”. Este grave problema de comunicación privaría al gerente de ideas quizá de extremo brillantes, y achicaría considerablemente la visión que éste pueda tener ó desarrollar ante una situación conflictiva.

Una sugerencia para un buen desempeño sería que el gerente inspire confianza en sus subalternos, estimulándolos a ejercer su derecho de expresar sus críticas y opiniones sobre la empresa, su progreso y el desempeño del mismo gerente.

Discurso del Dr. Dandry Leonardo Omaña Casanova con motivo del bautizo de su libro Visión del Hombre y la Educación en Frederich Nietzsche en la Librería Sin Límite en el Marco del Programa televisivo Hablemos de Gerencia, Motivación y Liderazgo moderado por Johan Cordero

Muy Buenas Noches. Expreso desde lo más profundo de mi corazón el agradecimiento por su presencia en esta noche de solsticio de primavera, en esta noche mágica, en la cual la sinergia de la vida y la sin cronicidad del momento permiten al instante convertirse en algo mas que el bautizo de un libro el reencuentro con los amigos del ayer del hoy y del mañana. Los amigos de siempre. Y En esa dirección esta en mí la gratitud, la cual representa un valor en sí mismo pues mi actitud ante la existencia se construye en gran medida desde el agradecimiento, por lo mucho que recibimos en todas las circunstancias de transformación que conforman sinérgicamente la alquimia de la vida.

En consecuencia saludo con respeto y admiración a Julieta Cantos rectora de la Librería y Galería Sin Limite por permitirme esta su casa, que además de refugio de los creadores es, un escenario con gran sinergia espiritual y de muchas historias escritas, contadas, por hacer y por transmitir. También es propicio el momento para agradecer a Johan Cordero y Felo Productores del Programa de televisión del Canal regional 21 Hablemos de Gerencia, Motivación y Liderazgo quienes fieles a la palabra del andino empeñada en su programa están dando cumplimiento a mi promesa de hacer este bautizo en esta fecha. Para ustedes mi eterna gratitud.

Además me acompañan especialmente en este trascendental momento. Desde la eternidad madre y maestra Ana Aurora Casanova Ramírez, Mi Esposa Rossana, Mis hijos Dandry quien espiritualmente me acompaña, pero por razones de su responsabilidad laboral no está físicamente, Dany José, Dariana de Fátima y María de los Ángeles. Mis hermanos Carlos, Celina, Víctor, Socorro, Ramón, Soley, Maria, Sadie Iván y Pablo. Mis cuñados y cuñadas, mis primos y primas, mis sobrinos y sobrinas, mis amigos de hoy y siempre, Mis compañeros Directivos, Docentes, Administrativos y de servicio de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio, Núcleo Táchira, Especialmente mi gente de Extensión gracias Prof. Julio Sánchez, Autoridades y mejores amigos del Consejo Directivo y Consejo Superior del Instituto Universitario Gran Colombia, El Dr. Humberto Cárdenas inspirador de esta aventura destacado docente y amigo. Dr. Pascual Mora Presidente de la Academia de la historia del Estado Táchira. Dr. Hernán Roa Contreras y Señora Nelly Rad de Roa, Dr. Leoncio Ramírez Pérez. Lic. José Ernesto Becerra, Lic. Iván Danilo Chacón Labrador y Señora Lic. Gisela Garavito de Chacón. En fin a todos los presentes que asisten a este acto con el compromiso por la academia, el intelecto y la amistad.

Como hombre emotivo y anhelante, siento la cálida presencia de los que me rodean, y en la medida de lo posible, siempre he intentado borrar las distancias que nacen de la incomprensión, pero igual reconozco mi tendencia individualista y mi vocación a disentir, lo cual me ha llevado, en algunas ocasiones, a merecer la reputación de hombre rebelde, aunque en ello no vea más que una forma de responder a las contradicciones que la vida humana manifiesta en su profundidad y desafío. Es con ese diálogo interior que cada quien sostiene consigo mismo, el momento de la revelación de los abismos interiores que se descubren nada más que en ciertos instantes, he llegado a entrever la fortuna que significa tener un motivo de vida, una razón de ser, pero más profundo me parece este sentido si en su ejercicio alcanza a los demás, si en su acción permanente contribuye a elevar la calidad de vida y la esperanza de otros seres humanos.

Por eso elegí la educación como oficio de referencia, y se que por su mediación he recibido mucho más de lo que he dado, porque el esfuerzo mismo de dar a otros las herramientas para su propia valía, se ha constituido para mí en una ascesis espiritual, en una fe reconfortante de que en el Hombre hay muchas más razones de esperanza y salvación que de fracaso y condena. Reconozco que hay obligaciones, cuyo origen y destino están por encima de la razón histórica, y son las que tienen que ver con el alma, con la perfección de sí mismo, en un mundo que desatiende en forma soberbia y constante el derecho de cada hombre a encontrar su propio centro. No desespero sin embargo de esta condición. Al contrario, presiento que en ese contrapunto entre lo anhelado y lo negado, se encuentra justamente el camino de la individualidad y la diferenciación, sin las cuales no se puede reconocer el verdadero rostro del mundo. En estos momento llega a mi memoria la majestad y sabiduría de nuestros maestros, en quienes la lectura de los clásicos era tan natural como su propia vestimenta, y a quienes consultábamos sobre cualquier suceso, por misterioso y lejano que fuera, y siempre recibíamos una sobria respuesta, o por lo menos el consuelo de la clarificación.

Yo me formé en ese ideal, en el respeto de la figura patriarcal de los viejos maestros. De esa luz me he servido para no extraviarme en las sombras de la indefinición, y para no olvidar que la verdadera sabiduría nos ayuda a comprender lo grande y lo pequeño, lo inmediato y lo trascendente, lo propio y lo ajeno, como pertenecientes a un mismo universo, que todo forma parte de la misma unidad, y que somos nosotros, los forjadores de esa ambigüedad que distorsiona la existencia.

Se impone la revisión en la visión de la educación de la figura del camello como diría Nietzsche, de lo cual se deriva la necesidad de que el maestro se convierta en León, liberado de la carga que le impone el aparato administrativo magisterial para que entonces, con la Soltura y la Liviandad del recién nacido participe junto con los jóvenes de la creación del mundo donde ellos vivirán. Hoy al dejar estas reflexiones sobre Nietzsche y la Educación en manos del lector puede ser que algunas se estén cumpliendo, ya el texto deja de pertenecerme, adquiere un destino impersonal, pasa a otro dominio, por más que uno aspirara intervenir la realidad de quien lo aborda, que al final de cuentas es el sueño del hacedor.

Para finalizar, este libro evidencia a todo y todos los que me acercaron a la aventura dionisíaca, a la búsqueda de la libertad, a la aceptación de la roca que todos cargamos sobre nuestros hombros, mientras ascendemos la cuesta de la vida. Destaca el papel del hombre (Nietzsche) y su historia personal: la vida del pensador, en cuanto hombre que vive, sabe de placeres, sufre y padece, su pensamiento, su época y estoy claro aún cuando la obra y la vida de este pensador y filósofo ha sido objeto de tantos, tan detallados y profundos estudios, hablar de ese Poeta y Visionario tan polémico y controversial es, todavía, como siempre, una tarea difícil, que compromete la reflexión, la acecha y la llena de riesgos intelectuales, éticos y morales.

No obstante todo eso, y con intuición de lo que esa tarea significa, me adentré en Nietzsche y en su obra maestra, Zaratustra, para tratar las consecuencias que subyacen en ese intento prometéico que significa bajar de las alturas de la Iluminación, ahondarse en el pueblo y hablarle a los hombres de La Muerte de Dios y de la Muerte del Hombre. Llenará de asombro, el calificativo dado a Federico Nietzsche como el Padre de la Postmodernidad, época a la cual pertenecemos todos nosotros, de pronto se busca sacudir los cimientos del Ser, sobre los cuales todos confiados descansamos. Sin embargo dejo en el riesgo de la lectura y la sensibilidad del lector la percepción o no de este intento. Destaco además un Nietzsche en su esfuerzo por separarse del Cristianismo, sobre todo de aquél que en una extraña alianza con la Metafísica, se apodera mediante una conspiración ontológica del Hombre, y del sentido que en él pueda tener lo Sagrado. De esta forma, la historia ya no tendría ningún papel que cumplir, ninguna tarea específica, menos de redención o salvación. Hipotéticamente, tampoco existiría ninguna voluntad de reconciliar las contradicciones, sino que los individuos, entregándose al instante y a las constantes redescripciones realizadas por los discursos locales, abandonarían la pretensión de ser sujetos y vivirían lo que el filósofo Francés Michael Foucault denominó premonitoriamente como “la muerte del hombre”.

Hay entonces que ocuparse del Hombre algo así como tener que ver con las cosas que ha dejado un “difunto” después que ha pasado a la historia. Es tener que liquidar sus propiedades y sus deudas; organizar en archivos sus glorias, penas, hazañas y desventuras: ocuparse de ese muerto requiere de un método arqueológico, de una “Arqueología del Saber” (como titula el mismo Michael Foucault su forma de acercarse a él), en fin, se trata, en todo caso, de desenterrar tumbas y organizar museos.

Profundizando en este momento un poquito más en el sentido o razón que tuvo Nietzsche para retrotraer al Hombre de nuevo a su condición originaria, en la cual para lo único que puede vivir es para su propia muerte. Llama a preguntarse, ¿Por qué entonces es Nietzsche tan celebrado, cuando después de un duro y penoso viaje al corazón del cristianismo, se roba de nuevo esa gran Muerte del Hombre, cual Prometeo el Fuego, para devolvérselo a los Hombres, precisamente a aquellos que siempre alrededor de los Mercados de Valores están esperando a un Héroe (intelectual, político o religioso), que les haga un milagro y les convierta aquella vida llena de tristeza y aburrimiento y con tanta falta de imaginación, en una obre de arte? ¿Por qué entonces la Vida se burla de Zarathustra, con una carcajada que cubre el mundo, en el momento en que él, lleno de entusiasmo, viene a traerle aquella Luz a los hombres, aquel relámpago en la oscuridad que se llama el Superhombre, por qué le devuelve al hombre, al payaso y equilibrista, pero muerto? Muerto que desde lo alto le cae a sus pies, y Zarathustra recoge, lo deja morir en sus brazos, cuando todo el pueblo lo abandona despedazado y agonizante en el suelo. Muerto que Zarathustra carga en sus hombros y sepulta con sus propias manos. ¿Es que acaso esa Muerte del Hombre le pertenece y lo reclama exclusivamente e irremediablemente a él, solo, al Titán prometéico que sostiene un Mundo?, ¿Un nuevo Mundo? ¿Quién puede saber de la revelación de aquél mediodía en que la Tierra, como volviéndose de dentro hacia afuera, le mostró a Zarathustra la Muerte que tenía escondida en su interior? ¿No fue acaso ese momento más revelador que la misma mañana de ese mismo día, en que él saludó y le dedicó su gloria al Sol, al astro que reina sobre todo lo terrenal?

La Muerte del Hombre es lo más sagrado que él ha tenido, y es lo que las religiones e ideologías han querido quitarle. Sólo con un Sentido para la Verdad de su Muerte puede el Hombre ganarse la Vida. De esta manera, la cultura postmoderna esta en la que supuestamente estamos todos los acá presentes sería una farsa en la que el saber se instrumentaliza y termina sabiendo a nada: un saber que no sabe nada y que nada sabe sobre sí.” Se entiende entonces la posición radical de Sócrates, por la que él dio su Vida, por la que se reconcilió con su propia Muerte. No sería, en todo caso, contra Jesús ni contra Sócrates, contra quienes Nietzsche dirige la profundidad de su pensamiento y de sus versos y la agudeza y claridad de su prosa. Es más bien contra el uso y la aplicación que les han dado a sus enseñanzas aquellos que Zarathustra llama la “chusma intelectual” (das Gesindel), aquellos que, al beber de la Fuente de la Vida, envenenan el Agua. En ese sentido, la gran Revolución consiste en evitar que aquella chusma, en nombre de la Salvación, continúe profanando lo más sagrado de él, como Hombre. La nueva imperativa llama a liberar la Muerte del Hombre de todas las aberraciones que el Cristianismo y el Platonismo académico y rígido, sin risa y sin música, le han acuñado para aterrorizar y dominar al mismo Hombre. Lo que se impone es una y la misma tarea que eternamente retorna, lo noble que hay en haber elegido el suplicio (otrora impuesto) de Sísifo, hay que volver a la sencillez de la Vida, como los Niños viven en ella, entregados a la Creación lúdica que yace en el Corazón del Mundo.

Espero en algo contribuir con esta obra a la comprensión de la filosofía para la vida, de la pedagogía para la vida, del compromiso por la vida como hecho sentido, como hecho que ha de vivirse desde sí mismo a lo universal. Emparentado con las propuestas de la Nueva era, del Postmodernismo, del Pensamiento alternativo.

A TODOS USTEDES DIOS SE LO PAGUE

Obsequio Internacional

El Dr. Dandry Omaña Casanova obsequia un ejemplar autografiado de su obra"Visión del Hombre y la Educación en el Pensamiento de Fiedrich Nietzsche" al Dr. Jesús Raúl Navarro García, Director de la Escuela de Estudios Hispanoamericanos (Sevilla-España), en ocasión de su Conferencia Inaugural de la Maestría en Historia (Convenio UCLA/ULA-Táchira), el 19/03/07

Algunos trozos del libro

NOTA DEL AUTOR


Para mí la gratitud representa un valor en sí mismo. Mi actitud ante la existencia se construye en gran medida desde el agradecimiento, por lo mucho que recibimos en todas las circunstancias de transformación que conforman sinérgicamente la alquimia de la vida.
Al dejar estas reflexiones sobre Nietzcshe y la Educación en manos del lector, el texto deja de pertenecernos, adquiere un destino impersonal, pasa a otro dominio, por más que uno aspirara intervenir la realidad de quien lo aborda, que es el sueño del hacedor. Por esta razón me atrevo a dedicar las páginas que siguen a mi Dios personal, a mi esposa ...

Lo demás lo leeremos en el libro...


Prólogo (Eduardo González)

Son tantos y tan importantes los aspectos que de la obra de Nietzsche toca Dandry Omaña en su libro, que no es posible desarrollarlos en un breve prólogo. Sería preferible un acercamiento a la ventana de la Postmodernidad del pensamiento occidental presentando sólo una muestra de alguno de esos aspectos.
Lo primero que hace Dandry es destacar el papel del hombre (Nietzsche) y su historia personal: la vida del pensador, en cuanto hombre que vive, sabe de placeres, sufre y padece. De manera precisa y acertada enmarca la historia personal de Nietzsche y su pensamiento, en su época y en la tradición.
A pesar de que la obra y la vida de Nietzsche han sido objeto de tantos y tan detallados y profundos estudios, hablar de ese Poeta y Visionario tan polémico y controversial es, todavía, como siempre, una tarea dificil, que compromete la reflexión, la acecha y la llena de riesgos intelectuales, éticos y morales.
No obstante todo eso, y con intuición de lo que esa tarea significa, nuestro amigo se adentra en Nietzsche y en su obra maestra, Zaratustra, para tratar de transmitimos las consecuencias que subyacen en ese intento titánico (y prometéico) que significa bajar de las alturas de la Iluminación, ahondarse en el...

Lo demás, en el libro...


Presentación (César Gedler)

Hace doce años, en 1994, me tocó asistir a una reunión de profesores en una ciudad del interior del país. Por mi naturaleza temperamental soy enemigo de la rutina, y de todo aquello que se repite mecánicamente, como hacer filas o cantar un himno.
Iba dispuesto a guardar silencio y a no involucrarme en esas discusiones interminables y sin trascendencia que caracterizan ese tipo de reunión y que me aburren mortalmente, cuando uno de los compañeros pidió la palabra y citó un aforismo de Nietzsche para apoyar su posición en toda aquella jerigonza que se discutía desordenadamente desde la mañana. Me llamó la atención la referencia y le puse cuidado a ver qué decía aquel profesor y mi sorpresa fue total cuando expuso con argumentos válidos la visión del filósofo alemán, además de relacionarlo claramente con lo que discutían desde temprano en aquella sala. El hombre que citaba a Nietzsche era Dandry Omaña, y cuando supe que leía con intensidad a este filósofo visionario, comenzó una amistad que ha perdurado y que se alimenta del intercambio intelectual de modo permanente.
Se dice de Nietzsche que alcanzó el más alto grado del kundalini, esa fuerza que abre los puntos superiores de la percepción, y que por eso enunciaba con aforismos los pensamientos...

Lo demás...

RESUMEN


La tragedia de Nletzsche es un monodrama. Una tragedia en ia que, el único actor en la corta escena de su vida, es él mismo. En cada uno de los actos de su existencia, -actos rápidos como un alud- estuvo Nletzsche como un luchador solitario bajo el tempestuoso cielo de su destino. No tuvo a nadie a su lado. Nadie estuvo enfrente de él. Ninguna mujer, con su tierna presencia, suavizó esa tensión tenue, sutil, intangible. Toda acción procede de él y en él se refleja solamente. Quienes alguna vez caminaron a su lado, fueron acólitos mudos, asombrados y asustados de su osada empresa y, después, poco a poco, se fueron alejando, como sí él fuera peligroso. Ninguna persona se atrevió a penetrar en el círculo interior de su destino. Nielzsche habló, luchó y sufrió siempre por su propia cuenta. No le habló a nadie en particular y nadie le habló a él. Y, lo que es aún mas terrible, nadie le escuchó. Nunca una plenitud de espíritu como la suya, ni una orgía semejante de los sentimientos estuvo rodeada de un vacío tan enorme, de un silencio tan hermético. Aún más, no tuvo adversarios. Se debería detestar, condenar y rechazar una tragedia así. Sin embargo, Nietzsche la aceptó con un gesto estático, como si hubiese amado esa crueldad única que reveló, igualmente, su naturaleza también única. Por ello, supo crear, voluntariamente, esa “vida particular” en su segura existencia, con su profundo instinto trágico y su gran fortaleza de ánimo que le impulsó a retar a los dioses, para experimentar en sí mismo, el mayor grado de peligro en que un hombre puede vivir:
Salud, oh demonios!. Sólo que los demonios escucharon la invocación y persiguieron a quien los desafió, convirtiendo así la broma de una noche de farra en Basilea, en la tragedia de su destino. Su oración, fue la de los héroes: “Oh!, Voluntad de mi alma, que yo llamaré mi destino, tú que estás en mi, por encima de mí: Consérvame y concédeme un destino grande”. Y, el que así sabe orar, será escuchado y entendido.